Hoy toca echar la vista atrás. Transparencia en España cumple 4 años. Este ha sido el menos intenso, el más rápido y el más difícil de todos ellos.
Hace un año escribía un post similar a este, en el que contaba que cumplía tres años como curador de contenidos, y que reunía más de 9200 noticias, publicaciones, eventos e historias varias, que prácticamente son 3100 por año. Pero este año me planto aquí y puedo decir que ya son más de 10500, así que apenas son mil y pico más en un año fugaz en el que el tiempo, mi tiempo, se paró bruscamente a finales de septiembre. Este año, literalmente, me dejé a little piece of my heart (como cantara la genial Janis) en el camino. Antes me lo dejaba también, pero en sentido figurado, poniendo toda la carne en el asador, o dicho de otra manera menos metafórica, echándole horas, esfuerzo y ganas, muchas ganas. Pero hubo un momento en que lo figurado se tornó en real, y entre otras muchas cosas más importantes, se vieron afectadas estas estadísticas que he ido recuperando poco a poco en los últimos meses. Todo tiene explicación, habitualmente, y casi todo tiene remedio. Son obviedades que a veces conviene recordarse.
Es una tradición hacer una edición especial de Transparencia en España cada mes de julio por nuestro cumpleaños. El primero fue una curación de contenidos con la técnica de “agregación” sobre las temáticas principales que se trataron el primer año y los formatos que se podían encontrar en la selección de contenidos, más allá de las noticias (como entrevistas, libros, vídeos…). El segundo especial tuvo dos partes, por aquello de doblarse, y la primera la dedicamos al ecosistema transparente (asociaciones, cargos públicos, autores…) y la segunda a temas a los que le podría dar un “me gusta”, en un guiño a las redes sociales que han sido la base del crecimiento de Transparencia en España. El tercer especial fue muy escueto en apariencia, pero muy amplio en su alcance: abría las puertas de Transparencia en España de par en par compartiendo las 100 etiquetas más utilizadas, y mostraba cómo usarlas para que cualquiera pudiera hacer sus búsquedas en nuestro considerable repositorio de contenidos sobre gobierno abierto de España.
¿Y qué hacer en este cuarto aniversario? Ya tenemos tratado el qué en el primero, el quién en el segundo, el cómo y el todo en el tercero, el por qué ya se ha explicado varias veces en otros posts, el dónde es conocido. Satisfechas las 5 W, ¿hacia dónde dirigimos la mirada ahora? Pues tal vez sea un buen momento para hacer una mirada introspectiva, y destacar lo que gracias a Transparencia en España este curador ha ido haciendo. Así que pondremos en este aniversario el foco en proyecto a los que les he puesto mucho corazón, y que posiblemente, seguramente, de no existir Transparencia en España puede que nunca hubiera formado parte de ellos…o tal vez sí. En cualquier caso, en este Especial 4º aniversario #TeEcumple4 encontraréis contenidos de diversa naturaleza, recuerdos y proyectos que no solo miran al pasado, sino también al futuro, común denominador común: mucho corazón en ellos, por sentimiento, por entrega, por placer, por convencimiento o por todas estas razones juntas. Así, en este Especial viajaremos desde un debut en público en Cartagena (en el que había más ponentes que asistentes y en el que germinó la serie de Supervillanos de la Información Pública) hasta la última entrevista que tuvieron a bien hacerme los amigos de Gobierno Transparente a pesar de mi intoxicación medicamentosa, pasando por la Revista Española de la Transparencia, la wikigob y el grupo de Transparencia de Novagob, la Red de Entidades Locales por la Transparencia y la Participación o Innovación on Tour. No va a haber nada sobre temáticas ni sobre personas (que no hayan salido en anteriores especiales, procuramos no repetirnos), a las que les debo buena parte del contenido y la continuidad de Transparencia en España. Será en otra ocasión cuando volvamos sobre estos asuntos. Hoy, cuatro años después del comienzo, miro hacia dentro, permitidme la osadía.
Por último, quiero decir también pasaron cosas muy buenas y muy bonitas en este año fugaz y extraño, y hay tres cosas que no quiero dejar pasar por alto. La primera tiene que ver con la enorme cascada de cariño que he recibido hacia mi persona en estos meses. Eso es lo mejor de todos estos años. Gracias de corazón por estar ahí, por preocuparse, por animarme, por valorarme. La segunda, que engarza con la tercera, es el reconocimiento que recibió Transparencia en España en los premios Govern Obert de la Diputación de Valencia, y que traigo a colación porque en el pequeño discurso que improvisé al recibir el galardón hice mención a una cosa que es fundamental para mí y que apenas escucharon las cincuenta personas que tal vez estaban en aquella sala, y que hoy quiero dejar por escrito para que la lea quien tenga a bien llegar hasta el final de este post: Transparencia en España es muchas cosas, que ya he explicado otras veces, pero sobre todo es tiempo, el tiempo que le he “robado” a mi pareja y a mi hija en las horas de mi (y su) ocio. Gracias, desde el fondo de mi corazón a ellas, a Espe y a Candela, por todo lo que os debo, por aguantarme y por quererme.
